Seguro que si Boris Vian viviese sería fanático de mí

Acabo de notar que nunca nadie hizo un comentario al respecto de mi alto nivel cultural, basado en mi maravilloso manejo del francés en el copete del blog. De hecho, nadie hizo un comentario al respecto de mi maravilloso manejo del español en el copete del blog. Eso me enoja. Y no quieres verme enojado. Hulk golpea. Y juega de 9 en el Porto.
Pero Bruce Banner –que nombre oportuno- está feliz porque puso propagandas en el blog y ahora va a empezar a levantar guita con pala. Apreten como locos en los links esos de google que me dan como 20 centavos de dólar cada vez. ¿Apreten o aprieten? Word –que con mayúscula existe pero minúscula no- me lo quiere corregir, pero aprieten suena a botones y detonadores de bombas, mientras que apreten suena a internet y sexo violento. Daaaaale Word, en 1997 ya existía internet hacía como 30 años, podés conocer la palabra.

Como verán este blog se está transformando velozmente en una lucha de poder entre el autocorrector del Word y doce años de estudios*, aunque seguro que la mayoría de los egresados de letras estarían de mi lado. No porque yo sea ningún erudito, pero no creo que ningún egresado de letras esté del lado de la máquina. Es como Riquelme hablando en primera persona, not gonna happen. Como estoy con los idiomas. Casi parece como si supiera hablar alguno. En realidad yo no escribo, me comunico telepáticamente. Ahora no estás en internet, porque según el Word no existe, en realidad estás escuchando mi voz. Taararararara Hey! Taararara.

Robarle a Los Simpsons. Cuán bajo he caído. Siento que me puse a la altura de boludos atómicos como Yayo o Larry Declay. Y no, no sé cómo se escribe ninguno de los dos. Y seguro que ninguno de ellos sabe quién es Boris Vian.

Peneführer.

*También es una lucha entre 5 horas de trabajo y el tedio, pero no se supone que lo diga en voz alta.

P.D.: tengo perfectamente claro que se dice "fanático mío", pero hay reglas gramaticales con las que no estoy de acuerdo. Mío implica pertenencia y no soy dueño de ninguno de mis fanáticos. Chupate esa mandarina demagógica, Real Academia Española.