lunes, 26 de octubre de 2015

Para cuando salga Star Wars, ______ va a ser presidente electo.

Me re olvidé que era lunes y me tengo que ir a jugar al fútbol. Pero no quería dejarlos con las manos vacías después de un día tan polémico como el posterior a unas elecciones sorpresivas. Polémico con p grande; lo que leo en facebook, no las elecciones en sí, que son resultado de un sistema anticuado e inútil como la democracia. Hace tiempo ya que ¡el pueblo pide por una penedura!... pará, eso no suena bien, ¡una dictapene!... no, no. El equipo de marketing digo mi gabinete de prensa sigue trabajando en ello.
Cuestión entonces que tenemos entre nuestras manos un ballotage (no un balotaje, como le gusta decir a Lousteau) con dos opciones funestas luego de unas elecciones con seis opciones funestas luego de unas primarias con alguna cantidad de opciones funestas. Yo no entiendo de qué están tan sorprendidos todos.
Capaz lo que me indigna tan poco es que con mis poderes de análisis superiores yo sabía que cualquiera de las opciones tendrían un único e inevitable final: que el Sol destruya toda la galaxia conocida. Aunque es posible que ustedes tengan planes a más corto plazo que ser parte de una supernova.
Peneführer.

viernes, 23 de octubre de 2015

No tengo ningún problema en ser el ortiva que lo diga: la poesía ya fue. Hace tipo 3 siglos.

Facebook: "El día de las elecciones se puede pedir la cartilla para votar en contra del maltrato animal"

No sé, ahí tienen una idea, invéntense sus propios chistes. No es tan complicado. "Eh, los veganos son tontos, jajajaja". "Ayer le metí un petardo en el culo a un perrito, jajajaja". "El Peneführer nos imita como si fuéramos todos unos simios imberbes, jajajaja".
Es que estoy acá, fumando un porro y tomando ron a las 2 de la mañana de un jueves (viernes a esta altura) y maldigo al dios que me dio el don de la comedia. Yo podría ser un cualquiera, riéndome de meterle petardos en el ojete a un perro, pero no, heme aquí, fumando un porro y tomando ron, como sólo los sujetos de mentes superiores nos podemos permitir, deliberando conmigo mismo sobre todas las posibles formas de mofarme de los defensores de los derechos de los animales. No es que yo crea que los defensores de los derechos de los animales no estén en la senda hacia un mundo mejor; pero el tío de Spiderman me enseñó que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y mi poder es el de hacer reír. Así que juro ante Dios y la gran patria que es América que voy a hacerlos cagarse en los pantalones o moriré en el intento, con un petardo clavado en el orto.
Peneführer.

lunes, 19 de octubre de 2015

Todos los políticos cuando me llaman se presentan con nombre y apellido salvo Mauricio. ¿Quién se cree? ¿Cristina?

Nunca deja de hacerme reír cuando a alguien "le gusta" en facebook algo que claramente es trágico. "Me gusta que ese sindicalista haya muerto apaleado por la policía"; "me gusta que ese niño esté muriendo de cáncer"; "me gusta el Peneführer".
También me hacen reír, aunque un poco menos porque dan miedo, los locos. Estaba el sábado esperando que empiece una banda cuando una piba adelante mío empuja a otra y se boquean mal. La segunda procede entonces a formar con su mano derecha el gesto universal de una pistola y ¡bang! ¡bang!, dispara dos veces contra su interlocutora, que se pierde entre la multitud con cara de pocos amigos (y una cinturita de película). La pistolera, creyéndose victoriosa, me mira, a mí y todos los que hubiera alrededor, con cara de incredulidad y, siguiendo con los gestos universales, el índice girando junto a la sien. La ignoré de una forma más bien violenta, en parte porque no tenía la cintura de su víctima y en parte porque no tenía la más mínima intención de tener la conversación seguramente racista que me estaba proponiendo y que efectivamente tuvo con el grupo de gente a mis espaldas. Porque no le alcanzó con buscar complicidad con los que estaban cerca; no, ella necesitaba cerciorarse que la loca no era ella, era la otra. Afirmarse en la creencia compartida de que "la única solución para estos negros de mierda es un tiro".
Una situación, a pesar de lo que la Real Academia Española te quiera hacer creer, bizarra.
Peneführer.

P.D.: qué graciosa resulta de golpe la traducción del personaje Bizarro de Súperman.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Seguro que ya usé el título "Sexyniños" porque me conozco, pero aplica

Para seguir con la onda de diario íntimo: una de las cosas que más disfruto en el mundo es hacerle caras a los niños por la calle. Hace poco casi me mato por sacarle la lengua a un niño mientras andaba en bici. Claramente una de las ventajas de ser un saxofonista callejero es que todo el tiempo hay niños mirándome con cara de "¿QUÉ ES ESO BRILLANTE Y RUIDOSO?" a los que hacerle muecas o abrir mucho los ojos mientras toco una escala cromática. Tengo un fanático por Floresta que cada vez que pasa se me para adelante y se queda mirándome fijo hasta que reaccione. Es por eso que me indigno cada vez que escucho a un padre diciéndole al hijo "no hagas caras". ¿Por qué? ¿Qué consecuencia perjudicial puede tener para tu hijo el que le saque la lengua a un vago de 25 años que le está haciendo lo mismo? Transformarse en el vago dentro de 20, en el peor de los casos, al que no parece estar yéndole tan mal, tiene un saxo y una lengua sana. Y le acabás de dar tu dinero. Más te vale que le acabes de dar tu dinero.
Ésto se va a acabar acá. Podrías creer que es cortito, y además de ser un quejica estarías en lo correcto. Pero con la falta de continuidad que vengo teniendo, mi humor es como el golden shower de un viejo con problemas de próstata y debieras agradecer cada gotita de oro que te alcanza.
Peneführer.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Teclado nuevo

Estoy sacándole la modorra a un teclado nuevo después de que a mi hermano se le cayera un vaso de birra sobre el anterior y todo lo que estaba alrededor de las flechitas se pegara completamente. Desafortundamente, éste pareciera haber venido con las teclas pegadas de fábrica. Aunque lo que me molesta de verdad es que el "retroceso", también conocido como la barrita de borrar, es en éste un botón más que una barrita y cada vez que le apunto le pego al ç (que no sé por qué está ahí, tecla inútil). En definitiva, el teclado que me compré es una porquería, pero no creo que el del local diga "es verdad, es una porquería, tomá tu plata" si le planteo mi reclamo. Además que necesito un teclado de cualquier forma y no voy a pagar una luca por un teclado gamer para que eventualmente se le caiga birra encima y deje de andar.
Después de un día de "sacarle la modorra" al teclado, he llegado a la conclusión de que mi teclado nuevo es una porquería con teclas duras, muy especialmente el ctrl izquierdo (también conocido como "el botón que más uso"), y estoy camino a lesionarme el meñique izquierdo. Vale la pena gastar un poco más.
Pero como no tengo "un poco más" para gastar después de haberme gastado plata en un teclado inservible, hice lo que todo hijo 'e vecino con un toc más grande que una casa habría hecho: le saqué todas las teclas al teclado viejo una por una, lo desarmé y le pasé un algodón (más bien 17) centímetro a centímetro, puse todas las teclas en remojo y limpié la capa de contactos. Por supuesto que no hay ningún tutorial sobre cómo hacer esto: la solución que ofrece internet es comprar un teclado nuevo. Ya terminaré de escribir ésto cuando pueda volver a mis queridas viejas teclas (o cuando haya descubierto que no funcionó).
Después de todo el trabajo, rearmar el teclado, etc, todas las teclas bajan y suben a la perfección (salvo el f6, pero para qué corno puedo querer yo el f6), pero obviamente el teclado no anda. Así que me retiro para siempre de la escritura por computadora y voy a buscar lápiz y cuaderno.
Agustín*.

* que comparte cuerpo y teclado con el Peneführer.

lunes, 5 de octubre de 2015

Fe de ratas

¿Quién habrá sido el que convenció a los fanáticos religiosos de que está bien tratar de imponerle tu ideología a los desconocidos? Pareciera haber un acuerdo tácito de ir a molestar al pobre saxofonista con palabras de dios y cuestionar su ateísmo. Hay veces en las que me alegro de estar sordo y entender una de cada cinco palabras que me dicen, sobre todo cuando la que entiendo es "salvación" o "fe" o "la juventud sigue los pasos de Satanás". Dejen a la pobre juventud arder eternamente en paz.
He notado que lentamente se está perdiendo el arte de la descripción. Nada produce más placer a, por ejemplo, un pescador que hablar de "ese día increíble en que pesqué un surubí de una tonelada". Lo único que hacen los pescadores es hablar de las glorias pasadas; como la mayoría de los deportistas, salvando las diferencias. Y ahora ya ni siquiera hacen eso, porque, ¿para qué creer mi palabra cuando te puedo mostrar la fotito en el celular? Cualquier cosa de la que estés hablando con alguien, te va a mostrar la fotito. "Mirá qué lindo mi perro"; "el otro día hice una torta de seis pisos, mirá"; "ésta es, para mí, la mejor actriz porno". Para todo, fotito (video, ponele, en el último ejemplo). Ya nadie te va a contar emocionado de la redondés de esas tetas, los tres metros de pescado, la desubicada cantidad de dulce de leche. Y así es que pronto vas a querer contarle a alguien del minón que viste en el bondi y no vas a poder, porque vas a descubrir que sin una foto te fallan las palabras.
No como a mí, que ejercito mi lengua todos los días y le hago perder el tiempo a todo el mundo.
Peneführer.

P.D.: "ejercito mi lengua" es una forma sutil de promocionarme como el rey del cunnilingus.