miércoles, 27 de diciembre de 2017

¿Cuántos asados de fin de año llevás comidos?

Buenas tardes, damas, caballeros y chiques. Mi nombre es Roberto Gómez Bolaños la mayoría del tiempo. Cuando no, me conocen como el Peneführer, autor deste blog hace la increíble cantidad de 8 años; o la menos increíble cantidad de algunos días en un planeta con una rotación distinta. A continuación, un balance del estado del mundo, el universo y mi sistema digestivo en ese lapso de tiempo:
¿Qué cosas han cambiado desde el 2009 cuando empezó el fenómeno mundial que hoy es Lectura de Baño? Finalmente entendí que la culpa no es de Messi, sino de Banega y los otros muertos que tiene alrededor; aunque también de Messi por ser amigo de Banega. Mis amigos ahora se casan y tienen hijos y yo me junto con gente más joven y menos boluda*. Ya no aseguro ser Roger Federer; no porque no lo sea, sino porque ya no tengo tele así que no veo tenis. Argentina ahora tiene submarinos; o dejó de tenerlos, así que eso va a la segunda categoría:
¿Qué cosas no han cambiado en absoluto en este tiempo? Los mosquitos me siguen acechando, a mí particularmente. Sigo siendo igual de pobre. Las drogas que me gustan siguen siendo ilegales y las que no, legales. Sigue habiendo un límite para la cantidad de comida que mi cuerpo admite y creo que es cada vez menor. Recuperé mi estado físico y lo volví a perder. Todavía no ganamos un mundial en mi vida, conquistamos el espacio o derrocamos al capitalismo.
Pero aprendí a hacer (y escribir) vitel toné, así que creo que en general han sido unos buenos 8 años de ver a Messi ser mucho mejor que yo, pero rodearse de peor compañía**.
Peneführer.

* A partir de la semana que viene va a empezar a haber gente mayor de edad nacida en este milenio. A que te rompí la capota.
** Sus amigos también se casan y tienen hijos, así que en eso no son peores.

viernes, 15 de diciembre de 2017

¿Por qué de golpe San Martín es un tema de conversación?

Podría haber jurado tener todo un borrador escrito antes de quedarme sin internet en mi casa por 3 semanas, pero resultó que nada más tenía el título (¿San Martín fue un tema de conversación?) y "carne humana", que asumo se refiere a ese supuesto restaurant en Japón en el que se puede comer dicho manjar. Antes de seguir con esta línea de discusión, quiero dejar algo en claro: yo me los comería a todos ustedes sin ningún tipo de culpa, salvo que tengan alguna enfermedad contagiosa. El Peneführer posapocalíptico la rompe toda. Salvo por no tener internet, que fue una agonía estas últimas 3 semanas; no podía ver fútbol o putear brasileros en el Rocket League o PORNO. Hubiera dado a mi primogénito por leer una entrada de Wikipedia.
Pero volviendo, comer carne humana está bien. Todas las carnes están bien. Comer veganos está súper bien, porque fueron alimentados con comida premium; es como a las vacas que les ponen Bach, aunque seguro esos sucios humanos estuvieron contaminándose con soja transgénica y música de Estelares. No hay respeto por los comensales.
Como no hay respeto por los diputados. Toda esa gente mugrienta que va a impedirles trabajar a los pobres políticos, que apenas si tienen para mandar a sus hijos a los colegios más importantes de la ciudad; no hay respeto. ¡Dejen reprimir, che! A ver si dejan de ponerle el cuerpo a las balas de goma que hay señores gendarmes tratando de hacer su trabajo; no como esos que no trabajan, ¿qué hacían en la calle a esas horas, si no? Hay que sacarles los choriplanes y darle toda esa plata a los diputados y senadores, los verdaderos héroes de este país. Y aumentar el presupuesto de gendarmería; somos la vergüenza mundial, ¿dónde se vio una fuerza de seguridad con balas de mentira? Ésto en países serios como Estados Unidos no pasa, ahí a los negros se los mata bien muertos. Y se los come.
Peneführer.