Maldita sea el hambre de las 4 de la mañana cuando no hay sobras

Se vienen dos días difíciles, los primeros sin mundial. Tendría que haber ronda de perdedores, para llenar los huecos. Y también tendría que haber un mundial para los equipos que no llegan al mundial que sea a contrahorario, en la otra punta del mundo. Ponele, se juega en China y sale campeón Venezuela. Como la copa UEFA versión americana. Es cierto que no mucha gente va a ver Arsenal de Sarandí contra Fenix de Uruguay, pero sería divertido. Claramente habría más partidos que terminan a las piñas. Capaz un mundial de fútbol callejero. Arriba de los huevos vale todo. Definitivamente vería eso. Y definitivamente ESPN lo daría.

Mientras escribo, Japón y Paraguay están dejándonos un partido realmente asqueroso. Que increíble que haya millones de personas que mueren por jugar un mundial, y sin embargo todos manden 23 muertos sin ganas de ganar. Yo me hago japonés si me llevan. Y te aseguro que le voy a poner más onda que el 5 que acaba de tirarla afuera en mitad de cancha. Lo único que rescato es que es la primera definición por penales, que siempre tiene que ser entre dos equipos que te chupan un huevo.
Estoy un toque enfermo. Me había olvidado lo bueno que era estar enfermo. Te pasás todo el día tirado viendo la tele y nadie te dice nada, porque sos una pobre víctima de un sistema inmunológico ineficiente. Siempre culpen al sistema. Decí que no tengo fiebre alta, porque ahí si que es genial. Encima de que estás todo el día tirado, empezás a perder la noción de profundidad, equilibrio y todas esas cosas que sólo están ahí para ser entumecidas. Es como estar drogado: la pasás bien un rato, te sentís medio boludo, siempre dura menos de lo que quisieras y si estás mucho tiempo así te morís. Y te afectan las luces fuertes. Otra razón para estar enfermo: nadie te puede decir nada por vivir como Drácula por unos días. No sé ustedes, pero yo aborrezco el Sol; el peor invento del hombre, lejos. Sí, todo bien con jugarse un partidito de fútbol en un lindo día en Ciudad Universitaria. Pero cuando te levantás con mucha resaca y tenés que ir a ese almuerzo familiar de mierda en el que la comida te va a dar ganas de vomitar y el hambre te va a dar ganas de vomitar y la cantidad de agua te deschave brutalmente, y encima tenés que viajar 1 hora con ese sol de mierda que te da en la cara en cualquier lugar del 36 que te sientes; en fin, el sol es una garcha. Casi tan garcha como la gente que usa anteojos de sol bajo techo. Malditos infradotados. Me estoy yendo de tema: que bueno estar enfermo. Que malo estar enfermo con una hermana pequeña y contagiable y que te hagan dormir en el sillón. Que bueno tener un sillón cómodo y notebook. Que malo que no hay partidos justo los días que me enfermo. El mundo confabula contra mí. Es obvio que Blatter está detrás de todo esto. ¿Se puede inyectar gripe?
Justo hoy estuve viendo Misión Imposible 2 -enfermedad = tiempo al pedo = películas geniales-. Que malos actores que son todos. Hasta Anthony Hopkins está mediocre en esa película. Decí que después me ví una de las dos películas de patinaje sobre hielo yankis que son exactamente iguales y que pasan en Cinecanal. Ahí sí que todas y cada una de mi neuronas se puso en funcionamiento. Empezaron a golpearse gritando "por favor hagan que pare" hasta que me empezó a doler la cabeza y puse Los Suplentes -que sólo la ví 1 vez este mes-. Pobre la minita, estaba buena posta y nunca triunfó. Todo esto para decir que la televisión por cable está realmente jodida. Casi tanto como yo.
Peneführer.