lunes, 6 de octubre de 2014

El otro día Rial, hoy me llamó Darín; debo ser más famoso de lo que creo

Anoche estuve un rato hablando con una chica que militaba en el Pro. Están todos decepcionados de mí, lo sé. Si alguna vez ella lee esto probablemente también se decepcione porque yo le aseguré que no me importaba, pero la verdad es que en el fondo no paraba de pensar p-pro p-pro p-pro. Justamente no hace tanto barajaba la posibilidad de dos políticos que fueran amigos a pesar de manejar opiniones rotundamente contradictorias. Al fin y al cabo, algunos tienen que pasar mucho tiempo juntos y quién no tiene un amigo que está convencido que con los militares estábamos mejor. Puede ser un animal políticamente incorrecto, pero hacer buenos chistes.
Hablando de buenos chistes, hoy me despertó un sujeto tocando el timbre para "charlar sobre cómo el hombre está destruyendo el mundo". Un lunes a la mañana. Mañana es relativo, eran cerca de las 11, pero yo estaba durmiendo así que para mí es la mañana. ¿Qué será lo que impulsa a alguien a salir a tocar timbres y esparcir la voz de... bueno, lo que sea que estuviera "vendiendo"? Capaz me estaba vendiendo una religión nueva y magnífica que a cambio de tocarle el timbre a otros y comerte la ocasional puteada ofrece recompensas en el mundo terrenal y no en el paraíso, que está muy lejos. Caché ilimitado de drogas a cambio de ser considerado por siempre como un mal tipo que lo único que hace es molestar a otros. Qué duda, eh. Muy importante para la balanza igual que un caché ilimitado de drogas no admite una vida muy larga.
Peneführer.
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P.D.: recién ahora se me ocurre la posibilidad de que el hombre realmente lo único que quiere es alguien con quien charlar. ¿Será posible?
P.P.D.: nah, seguro era un mormón.

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