¿Cuáles son las consecuencias a corto y largo plazo de tomar mucho café?

Perdón por el cuelgue de esta semana, por primera vez me atrevo a admitir que me olvidé completamente del blog y no es sólo que me dio paja escribir. Igual según las muy poco confiables estadísticas de esta página me lee cada vez menos gente así que ni se deben haber enterado.

El otro día una prima pequeña, mientras jugábamos a uno de esos juegos que sólo un niño pequeño entiende pero te obligan a jugar, antes de empezar me pregunta si yo quería ganar o perder. Buen comienzo para cualquier juego. Cuestión que antes que yo responda, todos los que estaban lo suficientemente cerca para escuchar se apuraron a decir "obvio que quiere ganar". A nadie se le ocurrió reforzarle a la niña que lo importante no es ganar o perder sino divertirse. Es mentira, obvio, lo importante es ganar en todo, volverte Messi y llenarte de guita, pero como en mi familia somos todos "intelectuales" hay que incentivar los conceptos de solidaridad, diversión y sana competencia, esas boludeces que hacen que mi hermano hoy sea maestro y no futbolista profesional.

¿Nadie más está intrigadísimo por el asunto de la basura espacial? Imaginate que sos parte de una raza súper inteligente en los recónditos lugares del universo, estás en la tuya y de golpe te pega una latita de Coca despreocupadamente lanzada al espacio hace 50 años. "Total, el universo es infinito". Por supuesto que todo el tema me volvió a la mente con esta cuestión de hacer orbitar basura digo satélites. Seguro que ahora vamos a tener todos mucha mejor recepción en nuestros celulares, mientras unos astromonos llenan el espacio de cáscaras de banana. Alguna vez, más pronto que tarde, vamos a tener que salir a conquistar el espacio y lo vamos a encontrar lleno de plástico y sintéticos no reciclables. Si ya Argentina puede mandar cosas al espacio, falta muy poco para que cualquier paiscito de morondanga empiece a mandar sus porquerías al infinito. Va a estar oloroso el futuro.

Pancho Cotto.