miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Ya te llegó la de que se juntan los Redondos?

El otro día estaba cruzando la vía cerca de mi casa y noté que el guarda-barrera (o como se llame, una profesión al parecer muy prolífica últimamente, están por todos lados (restringiendo "todos lados" a "cruces de vía", por supuesto)) estaba boludeando con el celular en vez de mirar al incipiente tren, al igual que el conductor del auto quedado más cerca de la tabla de madera que separa la vida y una muy dolorosa muerte. No es que había un peligro inminente ni mucho menos, pero me sonó a que le tenían mucho menos respeto del que se merece a la máquina de matar que algunos llaman transporte público. ¿No se enteraron? El tren MATA. Las estadísticas no mienten.
Como yo observo todo, también vi un chabón pintando unos cordones de amarillo y lo anoté porque evidentemente creí que el humor saldría a borbotones, pero resulta que no. ¿Por qué será? Ah, cierto, las drogas. El FLAGELO de las drogas. Ayer escuché la palabra flagelo de vuelta desde que las monedas no son un metal precioso. ¿Vos sabés cuál es la definición de flagelo? Definitivamente nada de lo que estás pensando:
1. m. Instrumento en forma de palo con cuerdas en un extremo que se utiliza para azotar.
2. Calamidad.
3. biol. Cada una de las prolongaciones de los seres unicelulares con las que se mueven.
O sea que la falta de monedas es una calamidad con la que azotar a organismos unicelulares. Duele que te azoten con monedas, aunque no estoy muy familiarizado con el sistema nervioso de los protozoos. Al parecer flagelar también es sinónimo de censurar, pero eso se sobreentiende: si te flagelan a monedazos vas a dejar de hacer lo que sea que estés haciendo para revolcarte por el suelo de dolor.
Peneführer.

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