Tengo una confesión muy profunda que hacer: no sé abrir sobres. No importa qué tan cuidadoso trato de ser, abrir un sobre con la mano sin hacerlo mierda me resulta imposible. La vida adulta de pagar cuentas me ha respondido en demasía cualquier duda acerca del por qué del abrecartas. No es tan solo un cuchillo elegante. Bueno, en realidad sí, porque yo los abro con una tijera. Hablando de lo cual, una de esas se me partió a la mitad en medio de una afeitada. Traidora.
¿Los jugadores que se escapan de la guerra en Ucrania están de oferta? ¿Los quieren en las ligas buenas o quedan marcados como potenciales rompecontratos? Hay un brasileño que se nacionalizó para jugar en la selección y ahora es llamable al ejército. Apesta a desertor. Igual yo me lucho una guerra para jugar un mundial. Por lo menos en Ucrania tenés chances de clasificar. No de ganar la guerra, pero salvo en Paraguay los perdedores también tienen veteranos.
Peneführer.
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