lunes, 9 de noviembre de 2015

Yo quería al negrito

Últimamente empecé a usar el tren más seguido. No es un medio de transporte que me vuelva loco, más allá de la frecuencia con la que se estampa contra las cosas. Pero en el tren puedo subir la bici y me queda muy cerca, así que el Sarmiento se está volviendo mi nuevo mejor amigo. En la estación de Villa Luro, en una pared alguien hizo el siguiente dibujo:
¿No les encanta mi nueva pasión por el paint?
Además de ver ese gran chiste, en el Sarmiento sucede que una de cada dos veces que viajo alguien pone Ropa Sucia de los Redondos, así que me estoy amigando un poco con el tren. Es cierto, la última también había un loco de esos que tienen que hacerle saber a todos que están locos hablando encima de los Redondos. Y cuando no suena Ropa Sucia suele sonar cumbia y reggaetón. Y está lleno de gente y no se puede viajar y la puta que parió a esos trenes de mierda, nos tratan como ganado, ¡que se vaya la Kretina ésta! Ah, no, cierto, el manco es el "bueno".
Peneführer.

P.D.: yo quería al zurdito.
P.P.D.: ni tanto.

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