viernes, 5 de diciembre de 2014

Al Peneführer le divierte hablar en 3ra persona

A la vuelta de mi casa alguien decidió anunciarle al mundo que se había comprado un súper televisor de andá a saber cuántas pulgadas dejando la caja vacía en el balcón. A la gente le roban por eso. Voy a robarte nada más para demostrártelo. Es todo para que aprendas.
Es una lástima que la ley no entienda de ironías, porque si ahora a ese chabón le roban el televisor yo paso a ser el principal sospechoso. No importa que en mi casa no haya un televisor de ese tamaño o que no tenga la cantidad de plata que venderlo me hubiera aportado. Públicamente dije que lo iba a hacer, ergo lo hice. Esta es una clara prueba de que la democracia tiene agujeros por todos lados y que el imperio del Peneführer es la forma de gobierno más efectiva e igualitaria. Igualitaria por supuesto en el sentido de que todos pasarían a ser iguales excepto el Peneführer.
Como siempre, buscando posibles chistes en La Nación me topé con el siguiente titular: "¿Qué hacía Xipolitakis en el hotel allanado por prostitución VIP?" ¿Posta? ¿Esa es una pregunta que hay que hacerse?
También me enteré que hemos vuelto (nosotros, la humanidad) a lanzar cosas al espacio. Capaz nunca dejamos de hacerlo, pero por lo menos volvió a ser noticia. Ya lo dije en más de una ocasión, la exploración espacial es la clave del futuro. Ahora, nada de eso excusa a Interstellar de ser el bodrio que es. "La '2001: Odisea del espacio' del siglo XXI" las pelotas.
Peneführer.

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