Qué pinta de domingo tiene este día de miércoles para quedarla viendo pelis. O para cualquier cosa que no sea acampar abajo de la lluvia y el frío en las inmediaciones del José Amalfitani esperando a que el sábado toque One Direction, como efectivamente confirmé que estaban haciendo las chicas de las carpas.
Desafortunadamente lo confirmé yendo a ver el horrible horrible partido que perdió Vélez ayer, así que estoy triste. Triste y furioso con el Turu, que más le vale que si no renunció todavía es porque quiere redactar mejor la carta. Me vendría bien un poco de felicidad enlatada. ¿Alguien sabe dónde se compra? En algún lugar se debe comprar, porque vi una iglesia que tenía el cartel "no pague para ser feliz". Pésimo chiste. Merezco un linchamiento.
No hablemos de fútbol, que entre la copa, el torneo de 30 equipos y saber que no vamos a ganar el próximo mundial no hace más que romperme el corazón. Además se me enojan LAS fans. Porque todos sabemos que las mujeres son inferiores y no les gusta el fútbol, como a todos los seres inferiores. También les gusta que les peguen, según un diputado en una nota curiosamente llena de contradicciones y errores gramaticales y un audio en el que el diputado no habla como alguien que pudiera ganar unas elecciones, pero no saldría en todos los diarios salvo los de mayor tirada si no fuera verdad, ¿o no?. Y como todo vuelve al fútbol, justo lo echaron a La Volpe de las Chivas de Guadalajara por tratar de violar una empleada del club. También encontré una nota que asegura que en algún lugar prostituyen a hembras de orangután, lo que habla de que los hombres somos capaces de cogernos cualquier cosa. Realmente, ¿un orangután depilado? Seguro no le gusta el fútbol al que se coge eso.
Todo esto para decir que al final lo único que importa es la violencia, el sexo y el fútbol: ¿cómo es que nadie combinó todo eso en un sólo espectáculo todavía?
Peneführer.
P.D.: a veces me pregunto si alguien leerá todo esto como si fuera algo serio y se ofenderá muchísimo. Después me acuerdo que me importa tres huevos lo que piense la gente que no entiende la ironía.
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