lunes, 21 de abril de 2014

Nada que ver con nada, pero está bueno Calle 13, eh

Pido perdón por la falta de continuidad. Es una vergüenza. Pasa que me fui de vacaciones a un lugar sin internet. ¿A ustedes les parece? Todavía hay lugares sin internet. ¿Qué están esperando para hacer del mundo un lugar wifi como San Luis? Por culpa de descuidos como estos es que todavía existe la posibilidad de algo tan evitable como los naufragios.
Igual, más allá de la joda, qué lindo pasarse unos días sin internet, con el celular apagado, desconectado de todo. Por supuesto que volví y ya estoy acá quemando neuronas en estupideces, pero nadie es inmune a la seducción de la procrastinación.
¿Sabían que ya hay autos con limitador de velocidad? No que sea el invento más utilizado del momento, pero por lo menos alguien se avivó de ponerlo.
Acabo de terminar de ver la segunda parte del Hobbit. Ese Peter Jackson es un chorro, pero mierda que sabe hacer bodrios espectaculares. Otra que Michael Bay. La película es mejor que la primera parte, aunque eso no la hace buena. Pasa que todas las películas son mejores cuando tienen un dragón. Prácticamente todo es mejor cuando tiene un dragón. Apela al niño que tenemos dentro, al que nada le copaba más que un dragón. Ojo, esto no aplicaría a Corazón de Dragón, que era una mierda todo lo mismo. Cuyo director al parecer dirigió también la primera Rápido y Furioso y la de Stallone atrapado en un túnel inundándose, así que le perdono todo.
Volviendo: dragones. Al parecer fueron reales. Al menos habría existido un ave con la capacidad de lanzar fuego sin asfixiarse y eso es suficiente para mí. Si no es suficiente para vos, considerá la posibilidad de transformarte en un multimillonario (que hoy en día no sería una mierda, pero allá por los 90 era la locura del momento), extraer adns de mosquitos cristalizados y crear un parque de atracciones temático en el que haya dragones, que por supuesto van a superar todas tus medidas de seguridad, porque son jodidos dragones, no como esa mariconada de tiranosaurios. Vuelan. Y lanzan puto fuego por la boca. Por eso es que todas las películas con dragones son mejores, no importa cuántos enanos homosexuales y (malas) actrices de Lost haya.
Peneführer.

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