martes, 16 de enero de 2018

Si fuera mujer me llamaría Cuntmaster

La persona que cambia de sexo y, frente al interminable abanico de nombres a su disposición, elige llamarse como el femenino/masculino del que ya tenía merece ir por la vida con un cartel que diga "soy poco original". Leandra yo creo que ni siquiera es un nombre.
Después de un caluroso encuentro con Leandra, fui a refrescarme a la playa de Buenos Aires, pero, ¡oh, destino cruel!, me tiré de cabeza en la pileta y resultó ser cemento azul. Así que ahora tengo dos partes del cuerpo que me duelen.
Tres si cuento el cerebro después de trabajar con unas entrevistas sobre la relación entre niños y tecnología. Al parecer el problema es que "los chicos no tienen valores" y "necesitan límites", por eso se pelean por WhatsApp y suben fotos en bolas; porque no se respetan a sí mismos, entonces no merecen respeto. Cuándo van a darse cuenta estas mujeres anticuadas que sus valores estéticos, éticos y morales ya fueron, ahora la que va es dejar a los niños rampantes a la merced de dios (o los predadores cibernéticos) y que entre ellos ejerzan la ley de la naturaleza, humillando a los más débiles y venerando a los más fuertes. ¿No respetás a un niño? Ya lo vas a respetar cuando sea campeón del distrito y pueda matar a un hombre adulto con sus manos.
O por ahí podés dejarlo pedir "pack" en paz.
Peneführer.

P.D.: para los que están más cerca de los 30 que de los 15 como yo, pack es "pack de fotos en bolas".

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