lunes, 10 de agosto de 2015

No hace falta un true detective para darse cuenta que al Peneführer le sobran drogas

¿Qué tal, androides? Me comunico desde la sexta dimensión con noticias de un tiempo que sólo le es pertinente a Matthew McConaughey:
Un grupo de vecinos habría hecho acopio de la justicia y la habría descargado sobre la jeta de Chano, cantante de Tan Biónica. El artista habría estado manejando bajo la influencia del Carmageddon y chocado [una cantidad variable de nota a nota de autos] a ver cuántos puntos le daban: le dieron como 10 y habría perdido un ojo. Ahora se dedicaría a la música de piratas.*
Hoy comí una cantidad de flan con dulce de leche capaz de matar a un hombre. Qué bueno que no soy ninguno de esos. Nada de esto califica como noticia, pero seguro que se morían de ganas de saberlo: sí, en la sexta dimensión hay flan. El dulce de leche es como en realidad le decimos aquí a un compuesto vitamínico de índole lácteo que está bueno para untar en todo salvo gente.
Cuán repetitivos se ponen en [¿cuál es el antónimo de vísperas?] de elecciones. Sí, todos robaron boletas y todos los candidatos son una mierda y lo que le hace falta a éste país es una dictadura peneführeana, pero los números me aseguran que no ejerciste tu protesta no yendo a votar o poniendo la boleta de Obaca, así que no te hagas el Ché Guevara en facebook, no te sienta bien; te vas a arruinar la postura.
El 21 de octubre del corriente, cuando estés considerando poner la boleta del Peneführer, Marty McFly no arribe al futuro digo presente digo futuro y las patinetas voladores sigan siendo inútiles, acordate que todavía van a faltar dos años y medio para el próximo mundial. No porque tenga algo que ver, sólo me gusta cagarte la tarde.
Peneführer.

* escribir en condicionales me dio jaqueca. Ser periodista de Clarín es más complicado de lo que parece.

No hay comentarios.: