lunes, 6 de junio de 2016

Que los cumplas yo

El otro día vi un perro en un cochecito de bebé. Y eso es todo lo que voy a decir al respecto de eso.
Es un problema eso de no tenerle cariño a los animales que están fuera de mi plato. Las minas piensan que no tenés corazón. Pero yo juro que con una buena salsita y unas horas a fuego lento no hay animal que me caiga mal; me como hasta a Macri.
Anoche comprobé que el mundo elegante no es para mí. Todas las veces que estoy de corbata indefectiblemente en algún momento voy al baño, me echo la corbata al hombro para mear cómodo estando ebrio y cuando salgo me olvido de acomodarla. Por supuesto que la parte que no entra en el mundo elegante es la de estar tan ebrio que tenés que echarte la corbata al hombro mientras meás.
Pero así me tiene la vejez, vestido de corbata en situaciones. Por suerte el tempus fugit me tiene sin cuidado, porque tengo el look Nico Otamendi y parezco un cavernícola; decirme que estoy viejo sería redundante.
Esos sí que no se hacían drama con lo que comían, los cavernícolas. Si lo podían matar, lo podían comer. Ahora todo el tiempo es que los derechos de los animales, que el veganismo, que niunamenos, no se puede comer nada.
Hablando de comer, hoy es mi cumpleaños. Espero que todos me regalen plata con la que comer el mes que voy a ver los Juegos Olímpicos y trabajar lo mínimo indispensable. O comida, pero mejor plata, nunca se sabe cuándo va a haber que decidir entre birra y milanesas y qué decisión tomaría llegado el caso.
Peneführer.

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