sábado, 25 de mayo de 2013

Acabo de tener la epifanía de que confío mucho en el nivel de inglés de mis lectores

Anoche estaba volanteando en plaza Serrano y en eso pasa un grupo grande de gente andando en patines. La masa crítica de los rollers ponele. De golpe uno de los chabones (que para colmo estaba vestido como un payaso de esos que creen que andar en rollers por Palermo es como correr los 100m en los olímpicos, había varios de esos) pega un saltito para pasar por encima de lo que separa la calle de la bicisenda. Cualquiera que haya visto una bicisenda alguna vez en su vida sabrá que la podés pasar de un paso, incluso andando en rollers. Todos (o sea, yo y los otros vagabundos que había alrededor) nos reímos, pero el hombre, no contento con eso, decide pegar otro saltito para subir a la vereda, bajar inmediatamente y pegar otro saltito para esquivar el aire. Básicamente, se creía Tony Hawk en Honduras y Serrano. Releyendo esto me doy cuenta que no se entiende lo patético de la imágen: saltito quiere decir que se agachaba, se impulsaba desde las rodillas como para pegar un super salto, apenas se despegaba del piso un poco y encima en el aire movía las piernas al costado... como Tony Hawk. Seguro ponía caras de "uh, mirá que complicado lo que estoy haciendo", pero no le vi la cara.
Para ponerle rock al asunto, había un chabón ahí cerca con ese instrumento de una cuerda que implica una piedra y un palo en su funcionamiento tocando "Tres pájaros negros" de Attaque. Mismo sujeto que cuando se iba dijo "uy mirá, medio vino". Cuando se tiene rock se tiene rock. Y cuando se tienen rollers, etc.
Peneführer.

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