Se supone que no hay como el humor para pasar mejor los malos tragos, pero
yo estoy haciendo uso del fernet por dos días seguidos. No creo que pueda
mantenerlo durante los 1460 días de gobierno macrista, pero conservo la
esperanza de que eventualmente se vuelva algo regular y "soportable",
como Monsanto, la Iglesia o que Asia tenga la misma cantidad de plazas en el
mundial que Sudamérica.
Y entonces no nos queda más que reírnos de la cotideaneidad y hacer de la
tragedia rutina:
El otro día iba por Avellaneda y había un montón de camiones estacionados
de côté llegando a la cancha de Ferro. Estaban haciendo
un asadito en la calle también, como buena manifestación de cualquier tipo;
porque unos serán pobres, otros ricos y otros camioneros, pero a todos nos
gusta el asado. Es que en el fondo somos todos personas. Hasta los que manejan
camiones y los estacionan a lo largo de una avenida transitada. Y los macristas. Y Macri.
Peneführer.
P.D.: a esta altura, ¿qué decir sobre el editorial de La Nación que no se
haya dicho antes? BOMBA. Ah, no, ya lo dijeron.